El Banco Mundial advierte que las economías en desarrollo solo podrán crear oportunidades de empleo para un tercio de sus jóvenes
El Banco Mundial observa una importante falta de oportunidades para los jóvenes en las economías en desarrollo en un informe titulado La gran regresión: Perspectivas, riesgos y políticas en países que reciben financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento (AIF). Además, señala que la mitad de las 75 naciones más vulnerables a nivel mundial se enfrentarán a una brecha cada vez mayor con las economías más ricas.
Los países de la AIF tienen un alto nivel demográfico, ya que suponen un cuarto de la población mundial. En este informe, se puede observar cómo, tras muchos años de crecimiento y acercamiento a las mayores potencias mundiales, han sufrido un frenazo que puede tener graves consecuencias.
Para entender este estancamiento, es fundamental situarnos en el contexto de los últimos años. La pandemia, los conflictos geopolíticos, el auge de la inflación y las condiciones financieras han llevado a esta situación.
Futuro del empleo de las economías de los países en desarrollo
Uno de cada tres países de la AIF son más pobres de lo que eran antes de la pandemia. Se han perdido tres años en avances de reducción de la pobreza y, por tanto, será más difícil para estas naciones generar empleo.
Según el informe del Banco Mundial, en la próxima década, las economías en desarrollo de Latinoamérica, África y Asia solo crearán trabajo para una tercera parte de todos los jóvenes en edad de trabajar. Se prevé que haya en estos países unos 1.200 millones de jóvenes y únicamente se pueda generar empleo para 420. Es fundamental abordar este problema promoviendo nuevas oportunidades para la juventud.
Desde el Banco Mundial, a través de su economista Colette Wheeler, creen que estos países tienen dos áreas para poder frenar la regresión:
- Recursos naturales: la mayoría de los países de la AIF tienen muchos minerales fundamentales para la transición energética.
- Población joven: a pesar de que a muchos de ellos les será complicado encontrar empleo, la previsión del incremento del 1 % de la juventud en dichos países puede generar un aumento del PIB de entre el 1 y el 3 %.
Por tanto, hay que centrarse en reducir los niveles de pobreza y dar soluciones a la gente joven. Como hemos podido observar, se está reivindicando y manifestando en las últimas semanas en Kenia, Nigeria o Bangladés, entre otros países, por la falta de oportunidades.
Necesidad de reformas políticas y inversiones
A pesar de que cada país tiene sus propias peculiaridades, se deben implementar políticas para mejorar los resultados:
- Fiscales: alinear las tasas impositivas, fortalecer la administración tributaria y ser eficientes con el gasto. Este debe ir enfocado a medidas que promuevan el crecimiento. Todo ello se debe hacer sin descuidar la protección social a los más desfavorecidos.
- Monetarias: fundamental sostener la inflación y fomentar la inversión. Con un entorno más positivo se favorecerá el capital extranjero.
- Sociales: tras la erosión por parte de la pandemia, hay que mejorar resultados en los campos educativos y sanitarios para que pueda haber empleos disponibles para los más jóvenes. Importante eliminar las barreras existentes en el mundo laboral para que también las mujeres puedan obtener trabajos productivos.
Es fundamental la asistencia mundial
Los países en desarrollo que forman parte de la AIF requerirán de una asistencia mundial para poder revertir esa situación de regresión y aprovechar su potencial. Además, necesitarán inversión para poder sostener infraestructuras y objetivos de resiliencia climática (en algunos casos, con un coste del 10 % del PIB), que sería inabordable para los más pobres.
También hay que tener en cuenta la historia, que ha demostrado que el progreso y el desarrollo son posibles. Ejemplos como Corea, China e India, que pertenecen a la AIF, son a día de hoy motores mundiales. La situación de estos países se lleva abordando desde el 2000 y, gracias al apoyo global, han conseguido sus objetivos.
Desde USO, tenemos claro que es necesario que todos cooperemos con el desarrollo de estos países. Además, debe existir una igualdad de oportunidades para todas las mujeres y los jóvenes, para que puedan conseguir así empleos dignos. Para ello, es fundamental contar con políticas de protección social para ayudar a los más desfavorecidos.
La falta de empleos y oportunidades para jóvenes no es, además, un problema únicamente de este tipo de países. En Europa, y especialmente en España, padecemos un altísimo paro juvenil y un aumento de la desesperanza en todos los ámbitos de la vida de la juventud. En USO consideramos que no se puede construir el empleo del futuro sin planes específicos para la juventud del presente.
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